¿Qué debe tener una chica para triunfar en el mundo del porno? La respuesta a esta pregunta, que puede parecer sencilla, cambiará según la persona a la que se le hagamos, o incluso el momento en el que la lancemos. Porque el porno, como cualquier otra industria, también evoluciona con el paso del tiempo, los gustos, las necesidades, las nuevas tecnologías… Básicamente, el cine porno está creado para excitar y enaltecer el deseo en los espectadores. Sobre esta premisa, cada productor, cada director, busca la manera de llegar más lejos, ofreciendo un espectáculo que en los últimos tiempos se está volviendo más de nicho que nunca. Es imposible gustar a todo el mundo, incluso hablando de un sector tan popular como el del cine para adultos. El espectador, casi siempre masculino, sabe muy bien lo que busca cuando entra en una página de este tipo. Antes nos conformábamos con lo que pudiéramos tener a nuestro alcance, porque era mejor que nada. Ahora, la variedad y cantidad de vídeos porno nos ha permitido seleccionar mucho mejor lo que más nos gusta.
Y afinando ese gusto peculiar por cierto tipo de escenas, por ciertas categorías, también lo hacemos con respecto a las actrices que aparecen en ellas. La belleza es una condición imprescindible para ser actriz porno, pero es una condición subjetiva. La chica que para uno puede ser preciosa es insoportable para otro, y viceversa. Si a todos nos gustasen las mismas mujeres, el mundo sería un caos. Por eso, el físico ayuda pero no es la única capacidad importante para convertirse en una buena pornstar. Lo que verdaderamente marca la diferencia es ser capaz de transmitir deseo ante la cámara. Y eso se puede hacer de formas muy diferentes, aunque siempre relacionadas con el sexo, claro está. La chica con cara de muñequita que parece no haber todo un plato nunca y que encuentra el morbo, precisamente, a través de esa inocencia, mezclada con vicio. La que viene arrasando y ya sabe cómo poner a todos cachondos con una simple mirada intensa… Es ahí donde las pornstars brasileñas destacan por encima de las demás. Ese primer contacto con ellas siempre suele ser decisivo, directo, intenso a más no poder.
Belleza y exuberancia ante la cámara
Y es que no es casualidad que estas chicas estén tan bien consideradas dentro de la industria, y se hayan convertido en referentes para muchas de las que aspiran a llegar lejos en el porno. Las mujeres brasileñas tienen algo diferente, y eso se denota ya desde el primer momento. Comentábamos que el físico no es lo único importante, pero está claro que sí que sirve para llamar la atención, desde el primer instante, y hacernos caer en esa tentación. La primera impresión es crucial, en muchos casos, para convencernos de que la escena que vamos a ver nos gustará. Y por supuesto, esa primera impresión se centra en la chica, en su cuerpo, en su belleza, en su físico al fin y al cabo.
En este sentido, las pornstars brasileñas siempre van más que bien servidas, porque su sensualidad destaca por encima del resto. Son chicas absolutamente deliciosas que suelen poseer grandes curvas, y presumir precisamente de ello, especialmente en sus traseros. No hay más que comprobarlo en las escenas protagonizadas por mujeres brasileñas, que suelen estar en las categorías de “grandes culos”, una de las más cotizadas del cine porno. De las mulatas exuberantes que nos dejan con la boca abierta hasta las chicas rubitas de ojos claros que son el otro extremo, Brasil cuenta con mujeres de belleza muy diferente. Eso también es un plus para que estas chicas terminen convirtiéndose en las mejores pornstars que podríamos imaginar, porque hay para todos los gustos.
Mujeres muy apasionadas y lanzadas
Tener un buen cuerpo, una cara bonita, es importante en este negocio, pero como ya hemos visto, siempre hay que saber ir más allá. Y es que se trata precisamente de hacerlo ante la cámara, no solo de lucir curvas, porque para eso ya está el mundo de la moda. Muchas chicas, de hecho, tratan de realizar la transición entre la moda y el porno, sin mucho éxito. Porque a la hora de la verdad, cuando deben ponerse ante la cámara para tener sexo desenfrenado, no son capaces de darlo todo. Las pornstars deben estar hechas de otra pasta, pero por suerte, las mujeres brasileñas suelen tener siempre ese punto intenso y morboso que les permite llegar más allá. De forma natural, la sangre caliente de estas amantes es el mejor combustible para el deseo y el vicio.
Claro que no todas las brasileñas son iguales, ni por físico ni por pasión, pero cuando una quiere involucrarse en el mundo del porno, lo hace por tener ya esa chispa en el cuerpo. Son mujeres más liberales en lo sexual, que se toman muy en serio su trabajo y que disfrutan a lo grande del placer, tanto delante como más allá de las cámaras. Basta con darse una vuelta por alguna playa de Brasil para comprobar que las mujeres de allá son realmente calientes, y mucho más lanzadas de lo que encontramos habitualmente. Son chicas con mucho potencial, que además conocen bien a los hombres porque suelen tener mucha experiencia en este tipo de placeres. Cuando una canaliza todo eso para convertirse en una estrella del porno, el resultado solo podría ser satisfactorio, y nunca mejor dicho.
Las mejores actriz porno de Brasil
Así que no es de extrañar que desde que la industria despegó hace cincuenta años, las mujeres brasileñas estén haciéndose un hueco, incluso viajando a Estados Unidos para triunfar. Esto es algo que se sigue repitiendo hoy en día, de manera más habitual incluso, ya que la expansión de Internet ha permitido que las brasileñas ocupen su lugar merecido en el mundo del porno. Si bien la producción nacional sigue siendo poco profesional y no hay mucho movimiento más allá de algunas pequeñas productoras, las brasileñas más morbosas encuentran trabajo en Estados Unidos o Europa. El caso más paradigmático es el de Elisa Sanches, un verdadero portento de la naturaleza, una pornstar atrevida y salvaje que ejemplifica todo lo que una buena estrella del porno brasileña debe ser. Exuberante, cañera, descarada y muy intensa en todo lo que hace.
Sanches es seguramente la pornstar carioca más popular, pero también podemos destacar nombres como el de Gina Valentina, que ha trabajado mucho en Estados Unidos. Esta jovencita está consiguiendo llamar mucho la atención con sus escenas para grandes productoras, como también lo hizo en su momento Jessie Rogers. Ahora retirada, la rubita exuberante se convirtió en una de las mejores profesionales del porno nacidas en Brasil, por méritos propios. Abby Lee, la experta en anal, ha conseguido también su puesto de honor dentro del estrellato de la industria, con escenas impagables que la han llevado a los más alto. Y por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de la bellísima Yasmin Mineira, que lleva años trabajando por todo el mundo para llevar su sexo ante la cámara a cualquier lugar.