Hay una fiesta en Brasil que es reconocida en todo el mundo por su colorido, su alegría y su pasión. Hablamos, por supuesto, del Carnaval, una expresión popular de disfrute, música y baile, que desfila por las calles de todo el país en febrero. Hay muchísimos carnavales a lo largo y ancho del territorio carioca, pero probablemente el más grande y popular sea el de Río de Janeiro, un auténtico espectáculo al aire libre. Cada año, las escuelas de samba, música y baile de la ciudad se apuntan a este desfile, en el que suelen salir a la calle más de 7.000 personas como parte de la comitiva. Dichas escuelas participan en un concurso en el que se puntúa la música, el baile, el colorido de cada una de ellas, los vestidos y disfraces… Hay personas que llevan preparándose durante todo el año para estos días de fiestas, haciendo del desfile el día más importante del calendario para ellos.
El Carnaval de Río destaca por ser seguramente el más grande del mundo, una explosión de pura alegría y vida en las calles de la ciudad. Por unos días, Río de Janeiro pasa a ser la envidia de todo el mundo, al mostrar su lado más festivo, aunque es cierto que la ciudad también cuenta con muchos problemas, especialmente en sus favelas. Durante estos días de carnaval eso pasa a un segundo plano, quedándonos con el ambiente tan colorido y espectacular en las calles. Y es que Río se convierte en la capital de la música y el baile durante esos días. El desfile por las calles es una auténtica locura, con cientos de miles de personas disfrutando del espectáculo de baile y cante. La samba es la protagonista, pero también lo son las espectaculares modelos que desfilan con trajes imposibles, muchos de ellos dejando poco a la imaginación. El carnaval también se destaca por ser una fiesta muy desinhibida, más aun en Brasil, donde las mujeres están acostumbradas a presumir de sus cuerpos voluptuosos y espectaculares. El carnaval tiene ese punto morboso y sensual que lo ha llevado también a convertirse en una referencia para el mundo erótico.