La finalidad última de todo artista es trasmitir emociones y sentimientos con sus obras, ya sea a través de la pintura, la fotografía, la música, la literatura o la poesía. Ésta última ha sido considerada siempre como una de las artes más inspiradoras e importantes, por ser capaz de expresar con palabras unos sentimientos que seguramente todos hayamos tenido alguna vez. No es algo precisamente sencillo, como imaginarás, y hace falta mucho talento, esfuerzo y un punto de genialidad para conseguir que todo encaje a la perfección en una hermosa poesía.
Este género parece haber vuelto a ponerse de moda en los últimos años, eso sí, de una manera bastante diferente a la poesía de los clásicos que todos hemos estudiado en la escuela. Ahora, por ejemplo, se lleva más la poesía vanguardista, la más experimental, aquella que no debe acogerse a una extensión limitada de versos e incluso carece de rima en muchas ocasiones. Nada que ver con aquello que Neruda, Bennedetti o Bécquer hacían ya en sus tiempos, aunque sigue siendo poesía, en el sentido de que se transmite algo, una emoción intensa, a través de esas hermosas palabras.