El ser humano ha ido realizando construcciones desde que está en este planeta, algunas muy típicas y normales, otras todo lo contrario, saliéndose de lo habitual y sorprendiendo no solo a los de su propio tiempo, sino también a todo el que ha venido después. Las pirámides de Egipto, el Taj Mahal en la India o la Gran Muralla China son ejemplos de este tipo de construcciones, maravillas del mundo antiguo. Pero en el mundo moderno también tenemos nuestras propias maravillas, erigidas en los dos últimos siglos, para mayor gloria de las nuevas tecnologías y de todo lo que el ser humano era capaz de conseguir.
Una de esas maravillas modernas es el Cristo Redentor ubicado en el cerro del Corcovado en Rio de Janeiro, seguramente la ciudad más poblada e importante de todo Brasil. La estatua, que mide 30 metros de alto, más ocho del pedestal en el que está ubicada, es hoy por hoy el símbolo de Rio de Janeiro y de toda Brasil, por representar no solo la majestuosidad del país sino también su religiosidad, en un lugar en el que casi todo el mundo es cristiano, aunque la fe católica es solo una de tantas versiones que podemos encontrar, junto a evangelistas, ortodoxos, etc… El Cristo se ha convertido en una de las maravillas más sorprendente jamás creadas por el ser humano.